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jueves, 28 de julio de 2016

Vivora seoane en Punta Penencia

Estando apoyado en una gran piedra en Punta Penencia (Doninos, Ferrol) en el mes de abril de 2015, admirando el mar y en perfecta paz y armonía con el entorno natural, veo de casualidad como se mueven unas pequeñas hierbas cerca de mi pie derecho, pensando que sería una de las muchas lagartijas que hay por la zona me levanto despacio y cojo la cámara que tenía guardada en su funda, observo bien y veo una serpiente, parece ser que ella no se percató de mi presencia, y aprovecho para hacerle unas fotos, me voy acercando por detrás de ella y va saliendo de la zona verde y cual es mi sorpresa que se trata indudablemente de una Vivora, parece que me he salvado de casualidad, ya que venía en dirección a donde me encontraba yo, su tamaño no era muy pequeño tampoco, con suficiente veneno para darme un disgusto.

La víbora de Seoane o víbora cantábrica (Vipera seoanei) es una especie de víbora presente en la cornisa cantábrica de España. Debe su nombre al naturalista gallego Víctor López Seoane.

Es una víbora de talla mediana, con una cabeza grande y el hocico aplastado o ligeramente levantado. La cola es pequeña (10-15% del total). Los adultos pueden alcanzar los 70-75 cm de longitud total, pero usualmente varían entre los 45 y 58 cm.

Las marcas vertebrales y laterales pueden ser muy variables, el colorido más característico consiste en una coloración de fondo dorsal y lateral es beige o gris claro. En el dorso hay una banda longitudinal más oscura con marcas negras alternas u opuestas que pueden formar una banda en zigzag bien desarrollada.

El periodo de actividad comienza en marzo y se prolonga hasta bien entrado el mes de octubre.
Es una especie muy activa que sale al exterior a solearse prácticamente a diario. También se muestra activa en días nublados e incluso con nieblas y lloviznas.

Generalmente caza al acecho y abate a la presa mediante su mordedura venenosa, aunque en ocasiones también busca presas de forma activa.Los ejemplares adultos se alimentan principalmente de pequeños roedores (80%), y completan la alimentación con pequeñas aves y lacértidos.

La dieta de los ejemplares juveniles se compone principalmente de lacértidos y en menor medida de anfibios.

Es depredada por rapaces como el águila culebrera (Circaetus gallicus), el busardo ratonero (Buteo buteo), y mamíferos como el zorro (Vulpes vulpes), la nutria (Lutra lutra), el gato montés (Felis silvestris) y la gineta (Genetta genetta).

En condiciones climatológicas normales o ligeramente favorables las hembras adultas se reproducen cada año. Solamente cuando las condiciones son más frías de lo habitual a lo largo del año y el periodo de actividad se acorta, las hembras se reproducen una vez cada dos años.

Suelen parir de 3 a 10 crías a finales de agosto o septiembre. Las crías realizan su primera muda al nacer, y al cabo de pocos días comienzan a alimentarse.
Es sin duda la más prolífica de las víboras de la Península Ibérica, no tanto por el número de crías que pare si no por la frecuencia de los partos y porque el índice de supervivencia de los neonatos es elevado.

La mordedura de la víbora de Seoane no suele causar envenenamientos graves en el hombre, salvo en el caso de ancianos, niños o personas débiles de salud. Aún así, es indispensable el tratamiento médico de una mordedura y la hospitalización del paciente. La toxicidad del veneno de Vipera seoanei varía considerablemente dependiendo de la región de donde procedan los ejemplares. Los ejemplares pertenecientes a la subespecie Vipera seoanei cantabrica presentan la toxicidad más elevada, con valores de DL-50* de 6,9 a 9,9 mg.


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