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sábado, 28 de marzo de 2020

Corbeta La Ferrolana (1848)

La Corbeta Ferrolana fue la última corbeta de vela botada en los Reales Astilleros de Esteiro en Ferrol, botada a las tres de la tarde del 20 de febrero de 1848, fue terminada a finales de diciembre del año 1848, constituyendo la construcción número 142 de dichos astilleros. Se trataba de una corbeta de 30 cañones que se realizó según los planos de la corbeta Villa de Bilbao (construida en Londres en 1845).

La Corbeta Ferrolana medía 48,46 metros de eslora, 13 de manga y 6 de puntal. Iba armada con 32 cañones, 2 bomberos de 68 libras, 28 de 32 libras (18 largos y 10 cortos), 1 de 12 libras y 1 de 4 libras. La arboladura era igual a las de las navíos y fragatas, tres palos con velas cuadras, rectangulares, para navegar como sus hermanos mayores siempre mejor con vientos largos o portantes que les facilitara el buen avance

Entre 1849 y y 1852, la corbeta Ferrolana, que fue la última nave de la Armada Española propulsada únicamente a vela, viajó alrededor del mundo para mostrar el pabellón ante nuestras antiguas posesiones ultramarinas, con el fin de mejorar las relaciones con los recién nacidos países de lengua española.

El viaje de circunnavegación para el que fue designada por real orden del 7 de julio de 1849, bajo el mando de del capitán de navío José María de Quesada y Bardalonga. Zarpa del puerto de Cádiz el 5 de octubre de 1849 y pone rumbo al Cabo de Buena Esperanza, para pasar al océano Índico con rumbo a Manila (Filipinas), tocando en varios puertos de India, China e Indonesia. Regresó a España por el océano Pacífico, recalando en Australia, Callao (Perú), Guayaquil (Ecuador) y Valparaíso (Chile). Antes de llegar a Cádiz entró en el puerto de Montevideo (Uruguay). En los diferentes puertos que recaló mostró el pabellón español, mejorando las relaciones diplomáticas con diversas naciones. Cuando entró en Callao, el 6 de julio de 1850, era el primero buque de guerra español que entraba en puerto tras la independencia de Perú. Cuando llegó a este puerto, el gobierno español no había reconocido todavía su independencia y el comandante Quesada tuvo que negociar la entrada en puerto. Entró en Montevideo el 3 de diciembre de 1850 procedente de Valparaíso. Regresó a Cádiz el 11 de marzo de 1852.

miércoles, 11 de marzo de 2020

Fonte dos tres canos, San Andrés de Teixido

La fuente de los tres caños:


A la fuente de los tres caños (a fonte dos tres canos), o "fuente del santo" (fonte do santo), se le consultaba sobre si San Andrés concedería o no lo que se le pedía. Para eso primero se pedía un deseo o petición a San Andrés, y luego se bebía del agua de los tres caños. Después se tiraba una migaja de pan. Si flotaba era porque el santo atendería la súplica. Si se hundía no había esperanza. Según otra versión, si la migaja de pan flotaba, el interesado volvería de nuevo a San Andrés de Teixido.

Extraído de: San Andrés de Teixido


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