Cuidado con un mal paso a 614 metros de altura. Bueno, realmente no da un vértigo insuperable, ya que no es un acantilado "cortado a pico", aunque hay que andar con mucho ojo si no se quiere aparecer centenares de metros más abajo.
Se divisan grandes cantidades de pequeñas embarcaciones con motor fueraborda que llegan hasta aquí desde el puerto de Cariño
Los desniveles son brutales, pero siempre verdes, tierra fértil para la buscadísima "herba de namorar".
Desde un mirador existente en un alto, al borde de la carretera que lleva a San Andrés de Teixido, se divisa la costa, con los dos pequeños islotes denominados Gabeiras, también algunas casas de San Andres de Teixido. Desde donde se quitó la foto hay un camino de senderismo que lleva al pueblo situado más abajo, la última vez que pasé por allí fue en bicicleta y no estaba en muy buen estado, ya que había demasidas piedras.
Por ahí abajo solamente galopan los caballos salvajes de pura raza gallega, una especie muy valiente de ponis.
Garita Herbeira, antiguo refugio de los centinelas del ejército español que
mantenían localizados a los invasores de la patria, los cuales se esperaba que tarde o temprano acabaran atacando en algún punto de
la costa.
Los ocasos en este lugar mítico llegan a ser espectaculares.
Fotos realizadas por el fotógrafo Carlos Rodríguez.
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