Dice la leyenda que "A San Andrés de Teixido vai de morto quen non foi de
vivo". A pesar de su situación es el segundo santuario en número de
peregrinos tras Santiago de Compostela.
San Andrés de Teixido es una aldea de la parroquia de Santa María de Régoa perteneciente al municipio de Cedeira. Está ubicada en una costa impresionante, a costa da Capelada (Concellos de
Cariño y Cedeira), con el acantilado más alto de la Europa Continental:
Garita de Herbeira con 614 metros de altitud sobre el nivel del mar.
El islote más grande de las Gabeiras se conoce como la "Barca de San Andrés", el cual está en pleno Océano Atlántico, frente a los acantilados más altos de Europa Continental. Allí, como Santiago, Patrón de España llegó a Padrón en su barca de piedra, o a Muxía la Virxe da Barca, como atestigua la vela y el timón de piedra de su nave, arribó el Apóstol de Cristo al aislado, brumoso y escarpado Teixido. Como se quejaba de que la divina voluntad dirigiera su curso marítimo a tan remotas tierras y agrestes acantilados gigantescos, para confortarlo se le apareció entonces nuestro Señor diciéndole que a ese lugar a él consagrado sería desde entonces al menos una vez en la vida visitado por todos, no solo por los gallegos:
"Quédate eiquí, San Andrés, que de vivos ou de mortos todos te virán a ver".
Y por este motivo, como es público y notorio, van a San Andrés los romeros, porque a "San Andrés de Teixido vai de morto quen non foi de vivo".
HISTORIA DE UN SANTUARIO
No resulta fácil datar el origen de la peregrinación a San Andrés de Teixido, originada, según la leyenda, por los celos de San Andres, el santo martir crucificado en Grecia, el 30 de noviembre del año 63 –según la tradición católica–, después de un suplicio de tres días en una cruz con forma de X. Envidiando el fervor y las conversiones originadas por las peregrinaciones a Santiago de Compostela, la tercera ciudad santa del Cristianismo, un día San Andrés recibió la visita del mismísimo Dios en compañía de San Pedro. Como quiera que el Santo formulara sus quejas a tan insignes autoridades, el Todopoderoso le prometió que a su santuario acudirían en romería todos los mortales.Y quien no lo hiciera de vivo, vendria a verle de muerto.
Según otras fuentes, que reproducen la leyenda de la barca de piedra de Santiago, uno de los doce Apóstoles llegó en barco a los acantilados de Teixido y su barca naufragó en los escarpados arrecifes, siendo convertida en el peñasco conocido como “A Barca de San Andrés”. El mal trago fue compensado con la promesa que Dios le hizo, según la cual tendría un santuario y una romería que durarría hasta el fin del mundo, y que, vivos o muertos, habrán de acudir al lugar todos los mortales. Sin embargo, teniendo en cuenta la historia precristiana de la región, parece que la santidad de aquel lugar es muy anterior a la construcción del templo cristiano.
El santuario de San Andrés de Teixido tiene su origen en un monasterio construido bajo la protección de los condes de Trava y del que se tiene constancia desde el siglo XII. Este monasterio fue entregado en custodia a la Orden de San Juan de Jersualén, con base en Portomarín, en el año 1196. Sin embargo, años más tarde, el templo pasó a la custodia de la familia de los Andrade de San Sadurniño, estirpe heráldica de la que se conservan los escudos familiares, junto con la cruz de los caballeros de Jerusalén y la leyenda de San Iván.
Esta doble custodia del santuario, dependiendo de una familia noble por un lado y una orden religiosa por el otro, creo no pocos conflitos en el control de los beneficios y ganancias derivadas de las romerías y peregrinaciones que, desde tiempos remotos, llegaban al pueblo. Y, por supuesto, el litigio por los diezmos y donaciones que pretendían controlar tanto los Andrade como el priorato de Portomarín.
Sin embargo, y pese a las disputas por la gestión de las finanzas, lo cierto es que en esa época de bonanza económica, concretamente en el año 1624, se produjo la construcción del retablo barroco que todavía hoy se disfruta en la iglesia, realizándose además la reedificación del presbiterio en 1665 y la nave en 1785.
Desde un punto de vista arquitectónico, el santuario de San Andrés de Teixido es un templo gótico de tipología marinera, en el cual se conserva, como elemento antiguo, el arco triunfal, de tipo apuntalado, de la edificación original. Las partes más antiguas corresponden a la época de los Andrade: el ábside –que era inicialmente abovedado– y la puerta lateral compuesta por un arco conopial de tipo isabelino (propio del gótico tardío), y que debió de servir de puerta principal del templo desde el siglo XV al siglo XVIII.
Sin embargo, y como ocurre en muchísimas iglesias, capillas y cruceiros cristianos, a lo largo y ancho de toda Galicia, mucho antes de la llegada del cristianismo, esos mismos lugares hoy cristianizados eran lugares de cultos paganos y ceremonias religiosas, anteriores a Cristo. Y eso ocurre también en San Andrés de Teixido.
Cartel de San Andrés de Teixido (Sierra de la Capelada, mirador dos Carris, febrero 2022):
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