Desde VISIONES DE FERROLTERRA os deseamos un año más, un muy Feliz año 2019 a todos los
seguidor@s de esta página, y por extensión también a todos los que
defienden esta gran comarca que es Ferrolterra.
Os dejamos esta expléndida fotografía de la Playa de Doniños realizada hace poco tiempo desde el aparcamiento de Punta Penencia. Al fondo se ven las islas Gabeiras y a la derecha el castro de Lobadiz. Las olas llegan con fuerza a la orilla como no podría ser de otra forma en los intensos temporales que sacuden nuestra costa en los inviernos.
"Éste es el trabajo más interesante de mi carrera". De esa manera definió la
actriz Sigourney Weaver su papel en esa película del director polaco Roman
Polanski, La muerte y la doncella, que se rodó en los meses de abril/mayo de 1994 en el entorno del faro de Frouxeira, en Valdoviño, cerca de
Ferrol.
En el filme de Polanski, la actriz es una víctima de los
militares pinochetistas que, al igual que Charlotte Rampling en Portero
de noche, encuentra a su torturador, o más bien cree reconocerlo, 15
años después de la traumática experiencia.
La muerte y la doncella
está basada en una obra teatral del mismo título del escritor chileno
Ariel Dorfman, que se representó hace poco en Barcelona. La acción
transcurre en una casa solitaria en la costa chilena en la que vive la
pareja formada por Sigourney Weaver y Stuart Wilson hasta la aparición
del pasado en la forma y persona de Ben Kingsley. "Éste es un tema con
el que estoy muy sensibilizado", afirmó el director norteamericano de
origen polaco, "y ocurre en un ambiente cerrado, que es algo que me
atrae mucho. También es la primera película que hago de una adaptación
teatral, salvo una basada en una obra de Shakespeare".
"Es una historia salvaje, de justicia, de venganza, de la tortura y el amor, pero también de la esperanza", según la calificó Ariel Dorfman, "y habla de una cuestión terrible, que los españoles también han conocido, que no puede caer en el olvido, pero que hay que afrontar para no anclarse y seguir viviendo". "También fue triste la ocupación nazi de Polonia", remachó Polanski, "y con ello Spielberg hizo una película excelente, La lista de Schindler. El rodaje de la mayoría de las escenas de interior se inició en París, y allí continuará después de la estancia de nueve días en Galicia. Valdoviño es "lo más parecido a la costa de Chile que pudimos encontrar cerca de París", según Polanski.
La casa es prácticamente el único decorado que fue necesario instalar
para recrear la costa cercana a Santiago de Chile en el arenal cercano a
Ferrol. "Un paraíso natural", según lo definió el director, que se
comprometió a no dejar allí la más mínima huella del rodaje. En donde sí
quedará el recuerdo será entre la población de la zona, que en los
primeros días, azuzada por la curiosidad, dificultó el trabajo del
equipo cinematográfico hasta el punto de requerir la presencia de la
Guardia Civil.
La confesión final de la película (realizada en Pta Frouxeira):
El Faro de Meirás (Valdoviño) se construyó entre los años 1990 y 1992. Con un diseño innovador y vanguardista, muy diferente al resto de faros de Galicia. Es un faro automático con un alcance de 23 millas marinas. La torre tiene una altura de 30 metros y el plano focal está a 75 metros sobre el nivel del mar. En el año 2008 sufrió una profunda transformación.
La costa de Meirás en las inmediaciones de Punta Frouxeira es un lugar muy peligroso, en la que a lo largo de los años se ha cobrado muchas victimas mortales. Se tratan casi siempre de personas que se acercan a este punto a contemplar las olas del mar cuando éste se enfurece en los duros temporales de invierno.
La altura del acantilado da la falsa impresión de seguridad, y es cuando llega una ola mucho más grande que las anteriores, la que arrastra a las personas allí localizadas acantilado abajo hasta el mar, donde les espera una muerte casi segura.
La pequeña playa de Lobadiz, o cala como se suele llamar también, está a continuación de la playa de Doniños siguiendo la costa en dirección a la playa de San Jorge, tiene una longitud de 75 metros y una anchura de 15 metros que queda reducida a casi nada con grandes pleamares.
La composición de la playa es rocas, bolos y arena dorada. Esta playa tiene la peculiaridad del grosor y del tono de la arena, más dorada que la de los arenales próximos en la costa ferrolana. El nivel de ocupación es bajo incluso en época estival, debe tenerse en cuenta que es bastante ventosa y en ocasiones con fuerte oleaje, lo cual la hace peligrosa por la gran cantidad de piedras.
En frente, a poca distancia están las islas Gabeiras, se decía que antiguamente estaban unidas a tierra, pero la erosión de las olas las acabó separando hace varios miles de años. Como dato curioso en las Islas Gabeiras se encontraron restos de cerámica antigua.
Existe una rampa de cemento y diversas casetas, pertenecientes a los pescadores de San Jorge, que guardan aquí sus chalanas de madera.
Justo al lado de la playa, en un promontorio está el Castro de Lobadiz. En el castro había un torreón, ya desaparecido, se pueden ver restos de alguna vivienda rectangular y con ángulos redondeados. En varias excavaciones en los años 70 se encontraron restos de cerámica, losas y molinos de mano.
El actual castro está abandonado, sobre el se construyó un faro y acceso para vehículos, también hubo un puesto de vigilancia del ejército, ahora en ruinas.
Perspectiva de la playa de Doniños, Ferrol, desde las rocas de Punta Penencia.
Desde Punta Penencia, Doniños, Ferrol (Foto Carlos Rodríguez - Julio 2014)
La playa de Doniños pertenece al municipio de Ferrol, parroquia de
Doniños. En verano es muy posiblemente la playa más frecuentada de
Ferrol, debido a su amplio arenal de magnífica arena fina y blanca de
1900
metros de longitud y unos 50 metros de anchura. La playa ostenta el
galardón de bandera azul otorgado por la Fundación Europea de Educación
ambiental.
Desde Punta Penencia, Doniños, Ferrol
La parte de la playa que corresponde al extremo de Punta Penencia está por lo general menos masificada, es algo más ventosa y el oleaje castiga con fuerza en las proximidades de las rocas, zona muy peligrosa.
Esta parte de la playa suele ser muy frecuentada por surfistas y windsurfistas durante gran parte del año.
En 1971, comenzó de la construcción de la grúa pórtico de 800 toneladas
de elevación por 75 metros de altura bajo viga y 145 metros de luz, siendo la más grande
en el momento de todas las que se construyeron en Europa. Se adjudicó a la firma alemana PHP, pero fue construída por la empresa
española Maquinista Terrestre Marítima.
Maqueta del Petrolero Arteaga en la grada de Astano, con la grúa pórtico encima. Museo de la Construcción Naval.
Superpetrolero La Santa María, fue uno de los U.L.C.C (Ultra Large Crude Carrier) construidos por ASTANO en la década de los años 70 del siglo XX, época dorada de la Construcción Naval en España.
La grúa pórtico permitía atender a dos gradas a la vez, con sendos superpetroleros que se hacían de dos en dos, a la izquierda casi terminado el Afran Odissey.
Con esta grúa el
astillero mejoraría sensiblemente la capacidad de servicio de las nuevas
gradas uno y dos y la zona de armamento de estructuras y de los grandes
petroleros. Que pronto se convirtió en el símbolo de la empresa,
alzando orgullosamente, a la vista de todos, las siglas de su creadora.
Petrolero Afran
Odyssey en la grada de Astano en el año 1975, en la grada contigua se
está comenzando a construir otra unidad, la actividad era frenética y
esto generaba miles de empleos.
Plataforma perforadora Discoverer Spirit, una de las últimas construcciones Offshore fabricadas en Astano.
Puente de un petrolero siendo montado en el casco por medio de la grúa pórtico.
Aunque no lo parece a simple vista, la grúa pórtico de la antigua Astano
le saca cuatro metros y medio a las torres de la fachada de la Catedral
de Santiago. La gigantesca grúa con forma de u
invertida es el emblema más evidente de la estrecha vinculación de la
Ría de Ferrol con la construcción naval desde hace décadas. La grúa, que
originariamente era de color verde, mide 74,5 metros, mientras que las
dos torres de la catedral compostelana se plantan en 70 metros.
En agosto de 2015, mientras subía con la bicicleta la empinada cuesta que va a San Felipe, escuché los bocinazos de salida del Crucero velero Wind Surf. Aprovechando que llevaba la cámara de fotos en la mochila, esperé un rato en el alto de San Felipe para hacerle las siguientes fotos.
Las primeras fotos las hice con el barco pasando frente a la Real Villa de Mugardos.
Una vez el barco siguó su camino y quedó tapado por el monte, seguí avanzando un poco por la carretera hasta un punto donde conseguí está fantástica toma entre los eucaliptos, actualmente los arboles han crecido tanto que esta foto sería imposible. Se observa el velero llegando a la altura del Castillo de La Palma.
Ahora el momento más importante, aprovechando que el barco salía a velocidad reducida, me lancé con la bicicleta a toda velocidad cuesta abajo hasta San Felipe, para realizar las últimas fotos.
Aquí se ve al Wind Surf junto al Castillo de La Palma, fotografiado desde el mirador que hay arriba del espigón de atraque de San Felipe.
Esta foto en mi opinión ha quedado fantástica, controle los ajustes en modo manual, con la velocidad de exposición ajustada para captar la iluminación que corresponde a una cálida tarde de verano.
Finalmente, desde el mismo punto hice las últimas fotos, con el velero de cinco mastiles Wind Surf desapareciendo detrás del emblemático Castillo de San Felipe.
Las características principales del buque son las siguientes:
Ateliers et Chantiers du Havre, France 1988 by Société
nouvelle des ateliers et chantiers du Havre. Yard number: 274
Completado:
1990
Eslora Total:
194 metros
Manga :
20 metros
Calado:
5 metros
Tonelaje:
14.745 GRT
Manga:
20 metros
Velas:
7 triangulares, auto-enrollables, operadas por computadora
2.400 m²
de poliéster Dacron, una fibra sintética.
Mástiles:
5 a
50 metros
del nivel del mar.
Motores:
4 generadores diesel electric, y 2 propulsores eléctricos.
Velocidad:
10-12 nudos con maquina solo, y hasta
15 nudos con viento auxiliado con máquina.
Capacidad:
386 Pasajeros
Tripulación:
214
El velero Wind Surf visitó Ferrol en septiembre de 2014, junio de 2015 y agosto de 2015. Todas las fotos
fueron realizadas con una cámara Nikon D3100 por Carlos Rodríguez.
Molino de las Aceñas, foto realizada en agosto de 2018 (Carlos Rodríguez)
El Muíño das Aceñas se encuentra en O Ponto, concretamente en el lugar de Outeiro, en Xubia/Juvia, Narón; es el único molino intermareal de Ferrolterra, constituyendo una parte fundamental del patrimonio histórico del concello naronés. Se construyó en el siglo XVIII por Santiago Beaujardin, el cual, para costear el total de la obra, se asoció con Juan Lembeye, que al final quedó como único propietario al disolverse la sociedad en el año 1796. En 1798, Carlos IV expidió una cédula real por la cual se declaraban Reales Fábricas a esas instalaciones.
Vista del molino de Las Aceñas en el año 1979 (M. Lara).
La presa en el año 1988 vista desde la puerta del molino de las Aceñas, con la marea llena (M. Lara).
La presa y el molino de las Aceñas vistos desde la orilla de El Ponto, año 1988 (M. Lara)
Este molino de mareas fue una de las principales fábricas de harinas de Galicia en el siglo XIX, recibiendo el trigo desde Ucrania y América. El edificio tiene una planta en forma de T y cuenta con el molino, los almacenes, una casa de recreo adosada y una vivienda. Es un molino hidráulico (a través de una compuerta giratoria se permite la entrada del agua de la Ría) de mareas, por lo que carece de un flujo constante de agua, contando con un tiempo limitado de molienda, condicionado por el ritmo de las mareas. La presa constituye un elemento esencial del molino y cuenta con una capacidad de 50.000 metros cúbicos. En la actualidad se encuentra inundada de lodos, debido a la falta de depuración de la Ría de Ferrol.
Molino de las Aceñas en agosto de 2018 (Carlos Rodríguez).
Un molino que se encuentra en la actualidad en un pésimo estado de conservación, si a eso le añadimos la gran contaminación de esa zona, agravada por los vertidos de MEGASA, tenemos uno de los puntos críticos de la Ría de Ferrol.
Molino de las Aceñas en mayo de 2020. En la época del la pandemia del CoVid-19 (Carlos Rodríguez).
Pintura al óleo del Molino de las Aceñas realizado por Evaristo Vidal (año 2015)
Pintura del Molino de las Aceñas realizada por Evaristo Vidal (Foto de Carlos Rodríguez).
La playa de Cariño (Ferrol) está situada en la entrada de la Ría de
Ferrol, a 4 kilómetros de la ciudad ferrolana. Tiene una extensión de 90
metros de largo por 25 de ancho. En los últimos años (como en muchas
playas antes poco frecuentadas) ha aumentado mucho el número de
visitantes estivales.
Playa de Cariño vista desde la carretera que lleva al Puerto Exterior (julio de 2015). Foto de Carlos Rodríguez.
El estado habitual del mar es aguas tranquilas, por lo que es muy adecuada para el baño. La composición de la playa es arena dorada y rocas, con una calidad de las aguas muy buena.
Playa de Cariño en julio de 2015. Foto de Carlos Rodríguez.
La que era antiguamente una playa con una gran calidad de aguas ya que estaba casi fuera de la ría, en la actualidad tiene muy cerca el Puerto Exterior de Ferrol, con lo cual la calidad de las aguas ya no es la de antes, oliendo en en ocasiones a gasolina y aflorando placas de hidrocarburos. La construcción del Puerto Exterior de Ferrol varió las corrientes que ahora remansan en la playa de Cariño. Más información: http://sosoceanos.blogspot.com.es/2010/08/las-mareas-vivas-sacan-la-placa-de.html
Playa de Cariño en Noviembre de 2005 desde un Beneteau Oceanis Clipper 321. Foto de Carlos Rodríguez.
Faro de Punta Candieira (Candelaria) en Cedeira. Una costa que quita el hipo, con el acantilado más alto de Europa Continental, más adelante, en Garita de Herbeira (614 metros). En la zona de este faro se empieza a adivinar la grandiosidad de este increíble tramo costero que va desde Cedeira hasta Cabo Ortegal. Como curiosidad, esta zona, junto con Estaca de Bares, da siempre las máximas ráfagas de viento en los temporales, con rachas máximas que superan los 150 kilómetros por hora.
El acceso al mismo se hace a través de una increíble carretera
estrecha, serpenteante y con unos desniveles de vértigo. Como anécdota
que gira en torno al Faro de Punta Candelaria o, también
llamado Punta Candieira, es conocida la historia de un camionero alemán
que transportaba guías telefónicas a bordo de un gran trailer, el cual,
por equivocación, tomó una ruta equivocada y llegó al faro sin saber que
allí terminaba
la carretera y sin posibilidad de dar la vuelta debido a la estrechez de
la carretera, lo que obligó a desplazar una grúa a la
zona. La crónica de la peripecia vivida por el camionero teutón:http://www.lavozdegalicia.es/hemeroteca/2001/01/27/396662.shtml
Se ve la sinuosa carretera que llega hasta el faro de Punta Candieira