La ría de Ferrol se encuentra localizada al Noroeste de la Península Ibérica, en las conocidas como las Rías Altas, en la provincia de La Coruña, Galicia, España. Por su configuración ofrece una privilegiada protección y permite unas magníficas condiciones a la vida marina por constituir un perfecto abrigo de los vientos dominantes y los temporales.
Existen referencias históricas de asentamentos romanos, normandos y de la Baja Edad Media, todos ellos relacionados al comercio y las actividades navales, militares y pesqueras que decaen a partir de la Alta Edad Media. En el año 1371 Ferrol pasó a depender del señorío jurisdiccional de los
Condes de Andrade, quedando desde entonces sometido a uno de los más
poderosos e influyentes linajes de la Galicia medieval. Su puerto estuvo
abierto a las rutas marítimas desde esa época, siendo lugar de atraque
tanto de los buques que trasladaban a los peregrinos con destino a
Santiago de Compostela, llegados desde diferentes lugares de las Islas
Británicas y de las naciones del norte de Europa, como de las naves
comerciales procedentes de Flandes y Venecia.
A partir del siglo XVI las buenas condiciones naturales de la ría de
Ferrol llamaron la atención de la Corona, convirtiéndose su ría y puerto
en el lugar de arribada, fondeo y salida de la Armada Real, mientras se
empezaban a construir las fortificaciones defensivas de su ría, Castillos de San Felipe, San Martín y La Palma, además de otros enclaves defensivos de menor entidad.
A consecuencia de la decisión de la monarquía borbónica de convertirla
el año 1726 en capital del Departamento Marítimo del Norte por las
magníficas condiciones de seguridad de su ría. A partir del año 1749,
durante el reinado de Fernando VI, la creación de los astilleros y el
Arsenal Militar, que tenía una capacidad de hasta cien navíos, y la
construcción de una moderna ciudad trajeron consigo la llegada masiva de
trabajadores de aluvión para acometer las importantes obras realizadas,
convirtiéndose Ferrol en poco tiempo en la ciudad más poblada de
Galicia.
El largo y estrecho canal de entrada a la ría es por sus características fácilmente defendible, por ello se construyeron tres
importantes castillos defensivos, de los que se conservan en la
actualidad dos unidades (Castillo de San Felipe y Castillo de La Palma). Además existían pequeñas baterias y fortificaciones defensivas localizadas en puntos estratégicos, tales como la Batería de San Cristobal, Viñas, San Carlos,
etc. Todas estas construcciones militares convertían la Ria de Ferrol
en una fortaleza inexpugnable, como bien quedó demostrado en lo poco
atacada que fue a lo largo de la historia, y cuando lo fue, los
invasores se llevaron una soberana derrota (Ataque inglés a Ferrol, año 1800).
El puerto de la ría de Ferrol hasta bien entrado el siglo XIX tuvo un carácter totalmente castrense, con escasas referencias al pequeño muelle situado en el barrio de Ferrol Vello. Un nuevo puerto, desvinculado del militar, estaba condicionado por la situación del Arsenal y el recinto amurallado defensivo de la plaza. Se eligió el emplazamiento anexo al Arsenal hacia el oeste, siendo los primeros estudios de 1856, a partir de los cuales se realizó un pequeño dique del que arrancaba un espigón de 200 metros, se construyó el muelle Sur y una pequeña dársena, conocida como Curuxeiras.
El 24 de agosto de 1910 se crea por Real
Decreto, la Junta de Obras del Puerto de Ferrol y a partir del año
siguiente se procede a ampliar la infraestructura existente, se realizan
las obras de dragado y ampliación de la dársena con el muelle de
Curuxeiras y la ampliación del muelle dos Cantiles. En el año 1918 se
redacta un anteproyecto que marca las directrices para las futuras
ampliaciones que se desarrollan en 1944, con un importante salto
cuantitativo, creando el muelle de Ribera, hoy Fernández Ladreda, que no
se acaba hasta el año 1960, apoyándose en el muelle Sur anterior. Se
establecen los accesos ferroviarios al Puerto y al Arsenal. Entre 1949 y
1959 se construyen los muelles que conforman la dársena de Curuxeiras,
utilizado como espigón de pasajeros de la ría.
En 1968, en el contexto de la especialización de ASTANO en la construcción de superpetroleros, tuvo lugar la inauguración del Puente de las Pías, conocido en su época como "Puente del Caudillo", título honorífico del dictador Francisco Franco, natural de Ferrol. El puente recortaba en ocho kilómetros el acceso a la ciudad desde el sur, y aseguraba su conexión directa con los astilleros de Astano. El puente fue destruido en 1998 por el artefacto offshore FPSO Discoverer Enterprise que estaba siendo construido en los astilleros. Al artefacto se le soltaron las amarras debido al fuerte viento que azotaba a la ciudad de Ferrol en ese momento. El puente fue reconstruido inmediatamente, y hoy en día sigue siendo el principal acceso a la ciudad desde el sur.
A partir de 1984 se inicia la última fase de la expansión para obtener mayores calados, más longitud de los atraques y superficies de depósitos más grandes. Se construye el Muelle Novo con 14 metros de calado, base para desarrollos posteriores. En la última década del siglo XX se amplía por el sur el muelle Fernández Ladreda para calados hasta 12,50 metros, se construye el muelle que cierra por el norte y se crea el acceso al puerto por autovía.
En 1995 se comenzaron los primeros estudios para la construcción de un puerto exterior en la entrada de la ría, obras que comenzaron en el año 2001. Los muelles actuales se complementan con los anteriores haciendo del Puerto de Ferrol el mejor dotado del noroeste peninsular tanto en metros de atraque y calados como en superficies.
VIDEOS:
ENLACES:
- La Ría de Ferrol
- Fotos de Curuxeiras
- Postales antiguas de Curuxeiras en Color
- Postales de Curuxeiras en Blanco y negro
- Vistas de la Ría de Ferrol
- Embarcaciones en la Ría de Ferrol
- Entrada de la Ría de Ferrol
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