Las Fragas del Eume es un parque Natural situado en el noroeste de España y abarca 9.126 ha en las riberas del río
Eume. Fue declarado parque natural en 1997, y también como Lugar de Importancia Comunitaria, coincidiendo
sus límites con los del parque natural. Sus fragas están consideradas uno de
los mejores ejemplos de bosque atlántico termófilo del continente europeo.
Dentro de los límites del parque existen numerosos vestigios de la actividad
humana, como los hornos para hacer el carbón vegetal. También hay restos de
interés histórico y de la arquitectura tradicional, tales como cruceros,
puentes y santuarios.
Pero como muestra de la presencia humana en el parque destacan los monasterios
medievales de Monfero y Caaveiro.
El monasterio de Caaveiro se estableció en el año 934 en las Fragas
del Eume, (Provincia de La Coruña), Comunidad Autónoma de Galicia, España, para
acoger a los numerosos ermitaños y anacoretas que vivían dispersos en la zona. Pero pronto,
importantes donaciones de S. Rosendo engrandecen el patrimonio del monasterio
recibiendo este la mayor parte de las tierras cultivables existentes a la
derecha del Río Eume y le conceden jurisdicción sobre villas y feligresías
eximiéndolo de la autoridad del arzobispado de Santiago de Compostela.
Obtiene así el cenobio un gran poder, alcanzando su iglesia la categoría de
Real Colegiata (con seis canónigos) que conservará hasta finales del siglo
XVIII, época en la que, tras quedar abandonado, queda al cuidado de un casero e
inicia así su decadencia y deterioro. Acabando el siglo XIX, Pío García
Espinosa, que había comprado buena parte de las tierras que rodean el monasterio,
consigue una autorización del Arzobispo de Santiago para restaurarlo. Derriba,
para acometer la restauración, la casa delantera y la iglesia prioral, edifica
un pabellón almenado y reconstruye la capilla de Sta. Isabel.
Los restos más antiguos son del siglo XII, destacando la iglesia que se
levanta sobre un montículo muy escarpado que obligó a sus constructores a
salvar los desniveles del terreno por medio de altos muros con contrafuertes y
estancias subterráneas. Del templo románico se conserva en buen estado la
cabecera y buena parte de la nave. Queda también en pie un hermoso campanario barroco
del siglo XVIII, obra de la escuela de Simón Rodríguez. La casa de los
canónigos y las cocinas del monasterio también se conservan aceptablemente.
El conjunto fue declarado en 1975 Monumento Histórico Artístico por su
importancia arquitectónica.
Las Fragas del río Eume son un destacado representante de la fase clímax de
la vegetación gallega. Los bosques de ribera, de los que el parque es un buen
ejemplo, se distinguen por sus ecosistemas de elevada biodiversidad,
particularmente en lo que respecta a la flora. Tradicionalmente fueron muy
explotados por el hombre por la riqueza y fertilidad de los suelos, y por eso
son ecosistemas poco frecuentes y conservados únicamente en zonas aisladas,
como estas fragas.
El árbol con mayor presencia en el parque natural es el Roble. También
tienen gran presencia en el parque los castaños, dominantes en algunas zonas
después de robarle la tierra al carballo gracias a prosperar más rápidamente y
dar fruto para el consumo humano. El abedul ocupa dos tipos de espacios: las
zonas tradicionales de los bosques de ribera y zonas marginales donde los
robles se perdieron, y en el que crecen rápidamente. Estos espacios están
siendo sustituidas por las acciones de conservación de roble.
En este parque se encuentran también unas 20 especies diferentes de helechos, que es una de las principales características de estos bosques. Los más comunes son el Blechnun spicant y el Dryopteris affinis subsp. Affinis.
Las fragas, por su clima húmedo y sombrío, son el entorno ideal para los anfibios.
En las del Eume viven 13 de las 15 especies de Galicia. la salamandra común y
la salamandra gallaica son muy comunes en las masas de los bosques
caducifolios que son sus biotopos naturales. Otras especies también están
presentes, como el sapo común, la rana común (que vive en los arroyos afluentes
del Eume.
Entre las aves destacan las que se han adaptado a cazar en el bosque, como
los azores y el búho chico.También las que viven en espacios más abiertos como
el halcón peregrino, el milano común y real. Entre los pequeños insectívoros
podemos resaltar el trepador azul, pito real y pito verde. En
las orillas de las vías fluviales del parque destacan el mirlo y el martín
pescador.
Entre los mamíferos destacan la nutria, la garduña y la jineta. Abundan
también el corzo, el zorro, el ciervo y el tejón. También en las zonas más
elevadas y apartadas de los núcleos de población hay poblaciones de lobo.
Entre los peces destaca el Reo y la trucha, además de otros como el salmón la anguila, espiñento y lamprea.
FUENTES: Fragas del Eume